Un adiós sin olvido: Juan Antonio Samarach

Hoy cuando me he levantado, he desayunado viendo la tele, como siempre, por lo menos viendo las noticias de la mañana para enterarme un poco del panorama de España y del mundo en general.

Hoy al ver la televisión me he enterado de que ayer murió Juan Antonio Samarach, la noticia me ha conmocionado muchísimo, ya que como algunos de los que me conoceis sabéis que a mi me encanta el deporte y este hombre es ha sido y ha sido una figura fundamental en dos vías, para el deporte español y para el deporte mundial.

Él consiguió que se reconocieran los Juegos Olímpicos y que en el deporte también se reconociera a un deportista cuando es profesional.

Este gran hombre ha sido un pilar fundamental para el deporte español, siendo presidente del COI, delegado de Educación Física y Deporte, y muchas cosas más.

Ayer se apagó la llama más grande del deporte español, ayer se nos fue un hombre muy querido para los deportistas tanto españoles como extranjeros y para la mucha gente que sigue el deporte en general.

Lo que me ha conmovido de este respetable hombre es la fuerza y la esperanza que ha tenido hasta el final para poder conseguir que Madrid celebre unos Juegos Olímpicos,tanto es así que fue capaz de ir a Copenhague, ciudad donde se celebraba la elección de la nueva sede de los Juegos Olímpicos para 2016, y presentarse ante la Asamblea del COI y decir una frase que dejó a muchísima gente parada:"Estoy llegando al final de mi tiempo, tengo 89 años, les pido conceder a mi ciudad el honor de albergar los Juegos Olímpicos".

Pero como bien sabemos, hoy por hoy, en esa fecha tan señalada en el calendario deportivo, Madrid no salió ganadora, el COI creyó como mejor elección a Río. Por lo tanto, no consideró su última voluntad...

Pero Samarach no se rindió, ni siquiera en su último día, "Mas pronto que tarde saldrá".

Gracias por estas esperanzas, por las fuerzas que has brindado al deporte español, gracias por el apoyo, por el consuelo y por ser como eres, nunca te olvidaremos Samarach.

Esto es un adiós pero sin olvido.